Oración de sanación para aliviar el mal de nuestro espíritu
Rezamos esta oración del enfermo, sabiendo que Dios nos escucha en todo momento, ayude a nuestros seres queridos mitigando el dolor y el mal que padecen.
La enfermedad y los males del mundo siempre nos acechan, pero una Fe firme y la oración piadosa diaria nos dará la fuerza suficiente para enfrentarnos a cualquier mal que nos ataque.
Tú conoces mi vida y sabes mi dolor,
has visto mis ojos llorar,
mi rostro entristecerse,
mi cuerpo lleno de dolencias
y mi alma traspasada por la angustia.
Lo mismo que te pasó a ti cuando
camino de la cruz todos te abandonaron,
hazme comprender tus sufrimientos y con ellos el amor que Tu nos tienes.
Y que yo también aprenda que uniendo mis dolores a Tus dolores
tienen un valor redentor por mis hermanos.
Ayúdame a sufrir con paciencia, hasta con alegría.
Si no es “posible que pase de mí este cáliz”.
Te pido por todos los que sufren:
Por los enfermos como yo, por los pobres,
los abandonados, los desvalidos, los que no tienen cariño
ni comprensión y se sienten solos.
Señor: sé que también el dolor lo permites Tú para mayor bien de los que te amamos.
Haz que estas dolencias que me aquejan,
me purifiquen, me hagan más humano, me transformen
y me acerque más a Ti.
Amén.