El Sagrado Corazón de Jesús es un símbolo de la profunda devoción, amor y entrega de Jesús por nosotros. Se representa a menudo como un corazón humano rodeado de espinas, en alusión al sufrimiento y la Pasión de Jesús durante su vida y su muerte en la cruz.
La devoción al Sagrado Corazón de Jesús se originó a principios del siglo XVII en Francia, cuando la viuda Margarita María Alacoque recibió una serie de visiones de Jesús en las que le mostraba su corazón y le pedía que lo venerara y promoviera su culto. Desde entonces, el Sagrado Corazón de Jesús se ha convertido en una de las devociones más populares en la Iglesia Católica y ha sido objeto de muchos escritos y meditaciones.
La devoción al Sagrado Corazón de Jesús se basa en el amor y la misericordia de Jesús por nosotros y en su deseo de que todos los seres humanos se acerquen a Él y a su Padre. Los devotos del Sagrado Corazón de Jesús rezan a menudo oraciones especiales y hacen promesas de amor y lealtad a Jesús. También se celebra una fiesta especial en honor al Sagrado Corazón de Jesús el tercer viernes después de la fiesta de Corpus Christi.
Oración al Sagrado Corazón de Jesucristo
Corazón Sagrado de Jesús, ponemos en Ti toda nuestra esperanza, conocemos nuestra fragilidad, confiamos en Tu bondad: eres el único objeto de nuestro amor, El Salvador de nuestra vida, El que nos sostiene en la debilidad, Tú que nos perdonas nuestros errores, El salvavidas cuando naufragamos y nuestro refugio en la hora de la muerte. Amén.
Consagración al Sagrado Corazón de Jesús por Bernardo de Hoyos
¡Oh Corazón de mi amadísimo Jesús! ¡Corazón dignísimo de toda mi adoración y amor! Yo, inflamado en el deseo de compensar y borrar tantas y tan graves injurias cometidas contra vos, y para huir, cuanto está de mi parte, el vicio de ingrato, os entrego y consagro del todo mi corazón con todos sus afectos, y a mí mismo con todo cuanto soy enteramente.
Protesto que es mi deseo puro y sincero olvidarme del todo desde esta hora y momento de mí mismo y de todas mis cosas, para que, quitados todos los impedimentos, pueda entrar en vuestro sacrosanto Corazón, que con singular misericordia me habéis abierto, y habitar en ÉL, vivo y muerto con vuestros fieles siervos.
Consagración al Sagrado Corazón de Juan Pablo II
Señor Jesucristo, Redentor del género humano, nos dirigimos a tu Sacratísimo Corazón con humildad y confianza, con reverencia y esperanza, con profundo deseo de darte gloria, honor y alabanza.
Jesucristo, Salvador del mundo, te damos las gracias por todo lo que eres y todo lo que haces.
Altísimo Jesucristo, Hijo de Dios Vivo, te alabamos por el amor que has revelado a través de Tu Sagrado Corazón, que fue traspasado por nosotros y ha llegado a ser fuente de nuestra alegría, manantial de nuestra vida eterna.
Reunidos juntos en Tu nombre, que está por encima de todo nombre, nos consagramos a tu Sacratísimo Corazón, en el cual habita la plenitud de la verdad y la caridad.
Al consagrarnos a Ti, los fieles (persona o de lugar) renovamos nuestro deseo de corresponder con amor a la rica efusión de tu misericordioso y pleno amor.
Señor Jesucristo, Rey de Amor y Príncipe de la Paz, reina en nuestros corazones y en nuestros hogares. Vence todos los poderes del maligno y llévanos a participar en la victoria de tu Sagrado Corazón. ¡Que todos proclamemos y demos gloria a Ti, al Padre y al Espíritu Santo, único Dios que vive y reina por los siglos de los siglos! Amén.
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